martes, 29 de junio de 2010

Orgulloso de ser español

Aunque en nuestros DNI se rotula con soberana claridad en el borde superior izquierdo la palabra España, el sentirse orgulloso de esa palabra no es una obligación.

Venimos de celebrar el pase a cuartos de nuestra selección nacional de fútbol y no todos los nacidos en este conocido país europeo se sintieron alegres de ello o mismo no apoyaron con sus emociones los colores y el juego de nuestra selección; ya que muchas de esas personas incluso apoyaron la caída de "la roja" frente a nuestros hermanos portugueses.

No los culpo ni los critico.

Simplemente me dan lástima.

Llevar al fútbol lo que en la calle se entiende como desprecio y odio por todo lo que huela a España, muchas de esas consignas promovidas por los partidos independentistas, provocan en ciudades como Santiago de Compostela que muchachos que libremente disfrutan de una noche, por ejemplo en la de de San Juan, sean insultados o agredidos por grupúsculos cabeza rapadas al grito de "son españois", "a polos españois".

Cosas de este tipo, que bien podrían ser un titular en Cataluña o País Vasco, también suceden en nuestro país, ese que es entendido por la gran mayoría de gallegos, gracias a la lógica del sentido común, como parte de España sin renunciar a nuestra condición de nacionalidad histórica.

Ser gallego y español no es sólo una consigna política de loable predicación, sino que es también motivo de reconocimiento cultural y de una maravillosa suerte de los que no elegimos nacer en Galicia, ya que simplemente fue una gran fortuna y suerte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ánimo. Y al otro!