martes, 4 de marzo de 2008

Para respetarse a uno mismo primero hay que respetar a los demás



El respeto es uno de los valores éticos y morales más importantes para poder convivir con los demás y para poder seguir el camino adecuado en la vida.

El respeto se debe mantener intacto hacia otras personas siempre. Son muchas las personas que van dando lecciones de moralidad, lecciones políticas o defendiendo proyectos políticos con el único argumento de faltar sistemáticamente al respeto a su contrincante.El respeto es el reconocimiento de los derechos de los individuos y de la sociedad.

Fueron muchos los sistemas políticos que no ampararon la protección de todos los individuos por igual. A lo largo de la historia los homoxesuales fueron condenados a muerte, las personas de color asesinadas, las mujeres que cometían adulterio dilapidadas, en Oriente ser católico en muchos países es autocondenarse a muerte, los que no pensaban igual a los que mandaban en el Estado fusilados...Muchas veces los nombres, ideologías o creencias religiosas dan igual... a las personas se las conoce por sus acciones.

En todos los sitios hay gente buena y mala, nadie puede considerar que posee la verdad absoluta, claro que no, y menos un político. Pero hay personas que defienden sus principios, proyecto político, ideas y valores sin tener que recurrir a la falsa palabra, a la mentira, a la amenana o a la calumnia... y creo que son las que más... porque respetan lo que otros piensen, crean o digan y, generalmente, eso es lo que verdaderamente representa al centro político.

Cuando una persona sufre amenazas, su honor es atropellado por los medios de comunicación, se vierten calumnias sobre él o se le ataca por el simple hecho de representar a 19.000 ciudadanos lo único que demuestran estas personas es no poseer ningún principio democrático y menos que posean la convicción de que todo hombre tiene derecho al honor, al respeto y a la protección de la ley.

2 comentarios:

Iván Lorenzo dijo...

Estoy contigo en este tema. El respeto hacia el que no piensa como el oponente es fundamental en toda sociedad, y más aún en un sistema democrático.
Para que una democracia funcione perfectamente es imprescindible y necesario respetar todos y cada uno de los principios del que no piensa igual que yo.

Esa es exactamente la cinta que hay que romper al cruzar la meta, la verdadera democracia.

www.ivanlorenzoredondo.blogspot.com

Anónimo dijo...

Leo no Blogue de Telmo Martín- telmomartin.com
que ten unha sentencia absolutoria neste asunto... non mo creo!
porque logo non se denuncia ós que o acusaron?