martes, 30 de diciembre de 2008

Carta sobre el centro-reformista


Durante la campaña electoral a la Junta de Facultad conocí a un chaval de Pontevedra en Derecho que me envió un email felicitándome por el contenido de una carta que me habían publicado en La Voz de Galicia hacía mucho tiempo y que había encontrado él en internet y de la cual no me había enterado de su publicación hasta que este compañero me lo dijo.

La carta se titulaba "El centro-reformista es el futuro" (<--pincha) y la firmé como miembro de Novas Xeracións de Pontevedra, explicando lo que para mí es el centro, su acción y contenido, y pidiendo indirectamente al final de la misma el regreso del espíritu de Adolfo Suárez y del centro con la victoria del Partido Popular en las elecciones generales del 2008.

Agradezco con este gran gesto que ha tenido este compañero conmigo a todos los anónimos que me leen y que me transmiten su apoyo y reconocimiento, de Pontevedra, de Derecho o de cualquier otro sitio.

Me gusta conocer de primera mano los problemas de la gente, estar en contacto directo, es de esa manera como uno llega a comprender y detectar las cuestiones para después poder ayudar a los demás.

Para mí, el centro-reformista es el futuro, y en Pontevedra también.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Jorge.

Más que "el punto medio entre dos extremos" yo definiría mejor el centro político como el punto central de una esfera.

Aunque parezca una "frickada", esta representación gráfica nos ayuda a entender mejor lo que es el centro. Y es que los centristas no debemos dejarnos encasillar en un pobre punto intermedio de la linea recta trazada por quienes entienden la política como una elección entre dos únicas categorías contrapuestas y empobrecedoras: la derecha y la izquierda.

La gente de centro escapamos de esa dialéctica empobrecedora y, en lugar de situarnos en el punto intermedio de esa línea recta, nos situamos en el punto central de esa esfera que representa con más realismo la multiplicidad de valores, opiniones y sensibilidades de quienes componen la compleja sociedad actual del siglo XXI, que no son susceptibles de ser clasificados dentro de esas dos categorías tan trasnochadas como perjudiciales para el entendimiento político.

Un saludo.