Homenaje a Jorge Cubela en Cotobade

Como bien anuncia ahora La Voz de Galicia, el PP de Cotobade celebra una cena de homenaje a dos ex concejales históricos que formaron parte de las corporaciones locales durante los gobiernos de progreso y prosperidad de Cotobade, Jorge Cubela, que fue Teniente Alcalde 16 años con UCD y PP, y César Touriño, de la parroquia de Carballedo.

A los que nos gusta la política, nos enorgullece la gente honesta que dedica y dedicó tiempo a servir a la gente sin esperar nada a cambio como estas dos personas, que lo hicieron con honradez sin beneficio alguno, y ya saben ustedes a qué tipo de beneficios me refiero.

Para mí es un honor que homenajeen a mi padre, porque tanto su familia como él mismo podemos ir por donde queramos con la cabeza bien alta porque hubo un tiempo en que la política en Cotobade se hacía con gente de principios, cuyo únicos esfuerzos estuvieron dirigidos a servir a la gente. Me siento orgulloso de mi padre por muchas cosas, pero entre todas ellas me siento gratificado cuando la gente me habla bien de él y me dice que trabajó mucho por Cotobade.

Ser concejal en un concello de 5000 habitantes tiene sus ventajas: ejerces la polítca a pie de calle, en contacto permanente con la gente y conoces los problemas de los vecinos de una forma directa.

No quiso ir en la candidatura del 95 porque mi hermana Belén desarrolló una enfermedad con la que casi se quedó sin plaquetas y no estaba el ambiente en casa para mucha política. Aún así, en los 4 años siguintes, los vecinos seguían acudiendo a él para pedir cosas al concello. Siempre tuvo en cuenta a la gente por encima de lo que votaban, nunca perdió unas elecciones municipales en la parroquia.

Para terminar, os contaré una anécdota con la que se puede definir el espíritu que caracterizó a mi padre toda su vida.
Cuando empezó siendo concejal, allá por la primera legislatura, un vecino le había pedido para asfaltar un camino de tierra para poder llegar con el coche desde la carretera hasta la puerta de su casa. Mi padre y el alcalde hicieron sus gestiones y allí llegó la pista. Lo anecdótico es que este señor le llegó un día a mi padre a la tienda (carnicería Cubela, fundada en 1915) con 20 mil pesetas de la época (que era mucho dinero de aquella) para dárselas en agradecimiento. Mi padre se negó a aceptar el dinero porque le dijo que no era un favor, era su deber. Pocos años después, este señor (que aún vive) le contó a mi padre que aquel dinero era todo el que tenía para el mes y que se lo daba de buen agrado, pero con el que sin él se habría quedado hasta sin pan para el resto de mes.

Apedillarme Cubela y llamarme como él es un eterno honor al que espero no faltar nunca.

Gracias.

(derecha)