No pude estar con ellos por algunos motivos que no vienen al cuento.
Amigos míos, que además fueron vistos por la televisión, acudieron a Zaragoza para ver, en vivo y en directo, el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey entre el equipo de la ciudad y el Pontevedra C.F.
El Ponte se desplazaba a la capital de Aragón con la ventaja de un gol.
Ventaja que creció con el gol del Pontevedra en los primeros minutos del encuentro.
Con un magnífico juego, haciendo frente a un primera división de la talla de Celades, Milito, Diogo o Aimar, el equipo del Lérez mantuvo el pulso, mano a mano, con el Zaragoza, como si fuese también un primera división.
El Ponte no defraudó, pero las ocasiones bien aprovechadas por los maños consiguió que esa ventaja de dos goles resultase al final del encuentro un 3-2 favorable al Zaragoza.
La ilusión duró 90 minutos. No pudimos hacer historia y llegar a los octavos de final con la posibilidad de que tocase un R.Madrid...
La historia de la Copa para el Pontevedra es negra, siempre que lleva ventaja acaba remontando el quipo rival, ya pasó en Pasarón con el Celta. Los árbitros tampoco ayudan demasiado...
Pese a todo, sólo cabe decir que el de ayer fue un partidazo para el Pontevedra.
Una afición fiel, la granate.
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